SEVILLA GAY - SEVILLA GAY : LIMPIEZA ANAL

SEVILLA GAY - SEVILLA GAY :  LIMPIEZA ANAL



Practicar sexo anal requiere unas cuantas consideraciones previas que ya os comenté la semana pasada pero que os recuerdo aquí otra vez. El primer paso es querer hacerlo, estar convencido y tranquilo para que se pueda llegar a la penetración. En segundo lugar es importante tener tiempo y paciencia, porque la primera vez no es nada fácil, y más si se está nervioso. Y en tercer lugar, usar un buen lubricante. En el momento de la penetración, y como ya dije en el anterior reportaje, es muy importante que te penetre poco a poco y muy lentamente, mientras tú le vas avisando conforme sientas que te estás dilatando.

Pero antes de realizar esta práctica sexual es necesario realizarse un enema, o lo que es lo mismo, unalimpieza de recto. Para ello se puede utilizar una pequeña manguera de plástico que venden en las tiendas de artículos de enfermería y con la cual se debe llenar de agua caliente el recto todo lo que se pueda para posteriormente ir al baño. Y recordad que tanto antes del enema como antes de practicar sexo anal deberéis poneros mucho lubricante.


Uno de los principales agobios que nos entra al pensar en sexo anal son las heces. Sólo de pensar que puedes manchar a tu pareja se te corta el rollo y las ganas de practicarlo. Pero lo que mucha gente no sabe es que el recto está más limpio de lo que nosotros creemos. Al contrario de lo que muchas personas piensan, las heces no se almacenan en el recto, sino más arriba, en la parte baja de nuestro intestino (colon descendente). Sólo bajan cuando se produce un movimiento intestinal para expulsarlas.

Así que si has ido al baño unas horas antes de practicar sexo anal, lo normal es que en el recto no quede nada y puedas realizarlo sin ningún problema. No obstante, puede suceder que todavía haya algún residuo, por lo que si queremos asegurarnos de que todo está limpio y reluciente, tenemos dos opciones.

Por una parte la ducha anal, que consiste en introducir pequeñas cantidades de agua en el recto, con ayuda de una pera de goma que se puede encontrar en los sex-shops. Para ello, solo es necesario agua fría o templada. Se puede llenar un vaso de agua y cogerla de ahí, ya que es más fácil que intentar llenar la pera directamente del grifo.

También es importante lubricar el tubito con un lubricante de base acuosa para facilitar la inserción y no hacernos daño. Así, tras varias inserciones, nos sentamos en el inodoro y el agua cae sola, con los residuos que pudieran quedar.

Algunos inconvenientes de la ducha anal son que al introducir agua por el ano, ésta arrastra la mucosa que protege las paredes del recto. Esta mucosa está ahí por una razón, que es proteger el tejido sensible del interior de nuestro culete. Si la eliminamos, estamos expuestos a que, con la fricción de la penetración, tengamos más posibilidades de que se ocasione un daño en las paredes del recto. Además, esta mucosa interna nos protege de posibles infecciones, y si la eliminamos, es más fácil que los organismos infecciosos --si los hubiera-- sean absorbidos por nuestro cuerpo.

Una solución sería esperarse unas horas antes de realizar el sexo anal para que la flora intestinal se regenere. Durante ese tiempo, si ya has ido antes al baño, no van a aparecer residuos fecales en el recto.
La segunda opción es el enema, muy parecido a la  ducha anal, pero en este caso se introduce más cantidad de líquido y más profundamente, hasta llegar al colon descendente. Los enemas se pueden comprar en cualquier farmacia y no suelen ser muy caros. Con esta opción se sienten ganas de evacuar y ocurre como con la ducha anal, que os sentareis en el inodoro y el agua caerá sola.

No obstante, lo que no se debe usar nunca en el sexo anal es el enema químico. Éste es un enema laxante que se adquiere en la farmacia en casos de estreñimiento. Los hay de distintas marcas y están compuestos de diversos principios activos, además de ser muy efectivos para casos de estreñimiento ocasional. El uso repetido y continuado de estos enemas está desaconsejado, pues el intestino se acostumbra a ellos y a la larga pueden producir dependencia.

Los supositorios de glicerina tampoco se deben usar para el sexo anal por las mismas razones anteriormente expuestas, además de que dejan el ano sensible, inflamado e irritado.

Por lo tanto, lo más aconsejable es llevar una dieta adecuada llena de fibra y verduras, beber mucho líquido y acudir al baño con regularidad para no tener accidentes con el sexo anal. Lo ideal es planificar el sexo anal para unas horas después de que la persona receptiva haya ido al baño, así no habrá ningún incidente.

Por último, después de practicar sexo anal es muy importante que la persona receptiva se lave la zona con agua fría para que se disipe la sensación de calor, ya que es vaso-constrictora, así como para que el esfínter anal comience a contraerse para volver a su tamaño inicial.

Para ello, lo más recomendable es usar un jabón neutro por si quedan restos de lubricante y estar un buen rato con el agua fría enchufada en el culete. Si no tenéis bidet, sentaos en el borde de la bañera y usad el grifo extensible de la ducha. En el peor de los casos, llenad un barreño de agua, ponedlo en una silla y lavaos bien. Al finalizar, es mejor que la zona descanse y no sufra más tensión, por eso es ideal practicar el sexo anal antes de la siesta o de irse a dormir.



 TE PUEDE INTERESAR     DIETAS PARA ADELGAZAR

No hay comentarios:

Publicar un comentario